domingo, 5 de junio de 2011

MOVIMIENTO 68


El movimiento estudiantil de 1968 fue un movimiento social en el que además de estudiantes de la UNAM y del IPN, participaron profesores, intelectuales, amas de casa, obreros y profesionistas en la Ciudad de México y que fue reprimido el 2 de octubre de 1968 por el gobierno mexicano en la matanza en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco. El crimen fue cometido por el grupo paramilitar denominado Batallón Olimpia y el Ejército Mexicano, en contra de una manifestación pacífica convocada por Consejo Nacional de Huelga, órgano directriz del movimiento. Según lo dicho por sí mismo en 1969 y por Luis Echeverría Álvarez, el responsable de la matanza fue Gustavo Díaz Ordaz.
Debido a la acción gubernamental al pretender ocultar información, no se ha logrado esclarecer exactamente la cantidad oficial de asesinados, heridos, desaparecidos y encarcelados. La fuente oficial reportó en su momento 20 muertos, pero las investigaciones actuales deducen que los muertos podrían llegar a varias centenas y responsabilizan directamente al Estado Mexicano. 

Politólogos e historiadores coinciden en señalar que este movimiento y su terrible desenlace incitaron a una permanente y más activa actitud crítica y opositora de la sociedad civil, principalmente en las universidades públicas, así como a alimentar el desarrollo de guerrillas urbanas y rurales y dio cabida al periodo conocido como la Guerra Sucia. La Fiscalía Especial para los Movimientos Sociales y Políticos del Pasado (FEMOSPP), incluye el movimiento del 68 en su informe de febrero 2006 con respecto a dicho periodo.


ENFOQUE DE ESTE MOVIMIENTO: 
 El movimiento de 1968 en México no nació como un evento de generación espontánea. Al contrario, éste sucedió en un marco sociopolítico muy complejo que se fue incubando desde la etapa posrevolucionaria y más precisamente en los años cincuenta del siglo XX. En este entorno la élite estaba “abandonando” el denominado proceso de estabilización y homogeneización nacional que, de acuerdo al discurso oficial, las clases sociales estaban siendo beneficiadas por el progreso del capitalismo y la tecnología, poniendo en entredicho el modelo de estudio-trabajo-posición social-bonanza-familia-consumo.

EL OBJETIVO DE ESTE MOVIMIENTO:

El movimiento estudiantil mexicano fue una protesta de sectores medios
emergentes contra los excesos de una clase dirigente, una protesta contra la
cerrazón y el monolitismo de un sistema político que se caracteriza por las
nuevas exigencias de los sectores que se catalogan por querer ser
reconocidos y obtener una participación democrática y antiautoritaria. No
había objetivos únicos solo había crítica y negación hacía el estado que
reclamaban los principios burgueses y democráticos.

El movimiento puede ser considerado como una de las expresiones más puras
del reformismo y la modernización del sistema social y político del México
contemporáneo.
La crítica al orden político no lleva implícita a la constitución sino que
trata de mostrar el abismo entre los principios constitucionales y el
funcionamiento del sistema político.
El consejo de huelga fue volviéndose algo parecido a un partido político,
cuya estructura sé complejiza: definiendo funciones, creando seudocomités,
comités de base, órganos de información y difusión y un sector activista. Su
problema central era la falta de correspondencia entre los limites deseados
para la composición de su base y los limites realmente alcanzados.
El sector profesionista fue el único sector que logro la apertura de nuevos
canales para su incorporación a las instituciones gubernamentales y esto
constituyo la apertura democrática.

CARACTERISTICAS DEL MOVIMIENTO:

Este movimiento se caracterizo fundamentalmente por la definición de un adversario común y concentrado: la espesa trilogía : PRI/Gobierno/Presidente de la república. Unificada

mas por la identificación de su adversario que por el poder de su propio
proyecto, el consejo nacional de huelga reflejo en cada etapa del movimiento
los problemas de una dirección que combinaba un bajo grado de autonomía
frente a sus bases y una extraordinaria capacidad organizativa de las
mismas.

NOMBRES DE LOS LIDERES DEL  MOVIMIENTO:
♦El jefe del departamento del DF (Corona del Rosal) había iniciado pláticas con algunos de los dirigentes estudiantiles, pero cuando ya parecía que iba a llegarse a un arreglo, las bases cambiaban de líderes.


♦Arnoldo Martínez Verdugo, líder del partido comunista, aportaba agitadores al movimiento. El presidente Díaz Ordaz le ofreció reconocer oficialmente su partido si sacaba las manos del conflicto. Arnoldo no aceptó, se escondió y en 1999 ocupaba una de las delegaciones del DF.


♦Como resultado de los frecuentes desórdenes fueron aprehendidos los guatemaltecos Mario Solórzano Aldana y Carlos Rolando Segura Medina, el presunto alemán Otto Zoeller, nacionalizado canadiense, el mexicano Manuel Suárez Jiménez, exmiembro de la guerrilla guatemalteca, el guatemalteco Víctor Manuel Sánchez valencia, el portorriqueño William Rosado que había participado en actividades comunistas en Washington; el chileno marxista Raúl Patricio Pobleta Sepúlveda, Félix Godet, el chileno Salomón de Swann Oliva, agente de la KGB, la pintora guatemalteca Rina Lazo y otras decenas más.
El movimiento hizo una petición más: Que se liberara a estos presos políticos y pidieron indemizaciones para los que habían resultado lesionados en choques contra la policía, a lo cual se accedió.


Autores como Fernand Braudel, Immanuel Wallerstein y Carlos Antonio Aguirre Rojas coinciden en señalar al movimiento de México inserto en un contexto planetario de luchas sociales surgidas y recreadas de las universidades luego de vivirse un periodo de bonanza económica por la Posguerra, siendo Braudel el primero en denominar al movimiento Revolución cultural de 1968, caracterizado por revolucionar para siempre los tres principales espacios de recreación de la cultura: la familia, los medios de comunicación y la escuela.


CONCLUSION:
El movimiento estudiantil de 1968 fue sin temor a equivocarme un acontecimiento histórico para la democratización de México, pero se debe puntualizar con precisión para dimensionar los aportes surgidos de esta lucha libertaria. Hubo en su seno el germen para abrir canales democráticos en el país, que estuvieron siempre presentes en todos los actos masivos contra el Estado mexicano y su gobierno autoritario. Es cierto que el movimiento no estuvo articulado como se hubiera querido en el plano intelectual, ya que su nacimiento, desarrollo, consolidación y fin estuvo plagado de un imaginario, que se fue concretando en la misma coyuntura y con el sello de la espontaneidad juvenil.